3102414026_38a312a0b1_bEra lo que nos faltaba. Éramos pocos y el abuelo se puso de parto.

Ya lo saben ustedes: la gran coalición, o sea, un acuerdo de gobierno entre PP y PSOE, es buena si el país lo necesita (Felipe dixit).

Es decir, que González estaría a favor de que el Partido Socialista gobierne codo con codo con el Partido Popular, basándose en algo tan sumamente objetivo como las presuntas necesidades del país. ¿O será de El País?

La afirmación es de tanta gravedad en este momento, sobre todo si tenemos en cuenta que estamos en plena campaña electoral, que no es atribuible a la casualidad o al trastorno mental transitorio de una personalidad con tanto arraigo en el inconsciente colectivo de la izquierda socialdemócrata.

La situación es clara: según González es bueno que el Partido Socialista se siente en la mesa del Consejo de Ministros con los mismos que en la última campaña electoral para las generales mintieron deliberadamente al país con el único objetivo de llegar al poder; con los mismos que, según los jueces,  se han venido financiando de manera irregular; con los mismos que se han pagado millones de euros en gastos de representación y suplidos a justificar; con los mismos que atribuyen todos los males del solar patrio al despilfarro y al latrocinio de los socialistas; con los mismos que han cercenado de manera clamorosa los derechos e intereses de los trabajadores.

Y todo ello ¿por qué?

Muy sencillo: porque el país lo necesita.

Y díganos, señor González, ¿qué entiende usted por el país, asumiendo que no se refiere al medio de su amigo Cebrián? ¿Acaso el país es ese entramado de intereses económicos que realmente nos gobierna y que tanto necesita la “estabilidad”? ¿No debería ser para usted ese país el conjunto de ciudadanos libres que trabajan juntos por el bien común y el bienestar de todos? ¿No debería ser el pueblo soberano el que definiera democráticamente sus necesidades en vez de soportar este nuevo despotismo ilustrado de unas élites sumisas al poder económico?

En este país, señor González, es hoy muy dura la vida de quienes no pertenecen a esas élites y usted no debería utilizar un lugar común indefinible como ese, para justificar el mantenimiento en el poder de quienes lo han perpetrado.

Además, ¿por qué es mejor para el país una coalición contra natura que una acción común de las fuerzas de izquierda que intente regenerarlo y restaurar el estado de bienestar por el que usted, sin duda, luchó?

Al final, ¿qué diferencia hay entre esto de que “el país lo necesita” y aquello de que “hacemos lo que tenemos que hacer”?

Señor González le está usted dando la razón a quienes dicen que los partidos mayoritarios son intercambiables y, de paso, le está usted partiendo el corazón a muchos viejos militantes socialistas que le escuchaban con veneración.

La verdad es que si va a usted a seguir por el camino que ha trazado más valdría que se aplicara aquello de ¡váyase, señor González!

Juan Santiago